Dicen que hay que tener cuidado con los callados, ¡y ése es sin duda el caso de Annabel Redd! Esta curvilínea nena de pelo castaño rojizo siempre ha sido una lectora introvertida que se describe a sí misma como una "gran empollona". Poco sabían sus compañeros de clase que en secreto veía toneladas de porno lésbico y fantaseaba con que una profesora se la follara duro. Annabel empezó a interesarse por el bondage en su escena fetichista local, y en poco tiempo se dedicó al modelaje con cuerdas y a la fotografía. Sus cabellos rojizos y sus tetas naturales de copa E lucen fenomenales cuando están envueltas en cuerda, y Annabel tiene muchas más fantasías pervertidas que llevar a cabo e...